martes, 23 de mayo de 2017

Catedral de Cádiz

"La Catedral de mi Cádiz que es tan bonita, 
que es tan bonita, 
con sus borlones de plata y sus campanitas,
 y sus campanitas..." 
(Tanguillo)

Localización 

La Catedral está situada en el centro histórico de Cádiz, casi al borde del mar, y es visible desde casi cualquier punto de la ciudad. Es un lugar único que tiene una gran conexión con el mediterráneo. Lleno de arte e historia, es un lugar de oración, donde se reúne el pueblo de Dios presidido por el Obispo.  La Catedral es signo visible de los
avatares de la historia de nuestra Iglesia diocesana, y de la historia de Cádiz. Aunque construida en piedra, no ha sido testigo mudo de los acontecimientos históricos sino testigo clarificado de los mismos.


Historia 

Para la construcción de esta Catedral de Santa Cruz de Cádiz, conocida popularmente como Catedral Nueva, se elige al arquitecto Vicente Acero como maestro mayor de las obras en 1721, quien diseña un espectacular templo barroco, con planta de cruz latina, tres naves y girola en la cabecera, inspirada en la de la Catedral de Granada y de Guadix, ambas de Diego de Siloé. La genialidad del autor consiste en fundir la tradición de las grandes catedrales españolas con las formas procedentes del barroco italiano. Así la planta es de origen gótico, con potente girola y participa del rico
movimiento de líneas propio de Borromini y Guarini.

Hasta 1729 las obras las conduce el propio Acero siguiendo su atrevido proyecto, que preveía sus dos torres de fachada y su cúpula sobre el crucero con unas dimensiones colosales.

Pero el Cabildo no aprobó la continuidad de su obra y acabó por destituirle del cargo.

Le sucede en el puesto Gaspar Cayón y en 1759 su sobrino, Torcuato Cayón de la Vega, arquitecto local que marca la transición del barroco al neoclasicismo en la zona, reformando parte de la fachada y alzados y acortando la altura prevista de cúpula y torres, a las que coronó de estatuas, introduciendo el gusto francés en la obra. Cuando éste fallece (año 1783) falta aún por concluir parte de las bóvedas y la cúpula, casi la tercera parte del total, sucediéndole en el cargo Miguel de Olivares.

Por diferencias técnicas sobre cómo continuar las obras, el Cabildo consultó a la Real Academia de San Fernando de Madrid, por lo que el rey Carlos IV, en 1790, declarado protector de las mismas nombra a Manuel Machuca director de las mismas.

En el año 1796 se paralizan las obras, en un largo período de tiempo lleno de acontecimientos de enorme trascendencia para el país: La Guerra de la Independencia, las Cortes Generales y Extraordinarias, y la restauración del Régimen Absolutista de Fernando VII, incluido el paréntesis del Trienio Liberal.

Finalmente, cuando por razones de economía y prisas el valenciano Juan Daura reanuda las obras en 1832, éstas se siguen reduciendo considerablemente la altura del tambor y la cúpula -ya sin linterna- hasta su estado actual, la menos airosa de cuantas se habían considerado anteriormente, dándose por acabadas las obras en 1853.



Leyenda :  La niña incorrupta de la Catedral de Cádiz

Versión 1 

La niña era una chiquilla muy beata que iba a rezar todos los días a la catedral pero en el día de su comunión cayó enferma y no pudo realizarla, así que el obispo de la época la trasladó, para enterrarla, al cabo de unas semanas una disputa familiar provocó que se abriera su tumba y descubrieron que el cuerpo estaba incorrupto.
Por considerar aquello un milagro, el obispo de Cadiz decidió meterla en la urna y mostrar al pueblo el poder divino de Dios.


Versión 2 

La niña se trataba de Santa Victoria, una niña que en la antigüedad fue canonizada debido a la buena conservación en la que su cuerpo incorrupto se encontraba” o “en dicha Catedral, a finales del siglo XIX o principios del siglo XX, una niña muere de manera fulminante durante la ceremonia de su comunión, justo en el momento de obtener la sagrada hostia cristiana. Esta niña sería momificada y años después expuesta en una urna de cristal, pero antes fue envuelta en organdí blanco que

cubría el trajecito de primera comunión con el que fue momificada, con el paso del tiempo el traje se fue amarilleando por la humedad que allí se respiraba, principalmente debido a la ubicación de la cripta que se encuentra por debajo del nivel del mar y que se encuentra rodeada de la típica piedra ostionera de Cádiz. La niña, de cabello oscuro, sostiene una rosa roja sobre su torso a la vez que en sus pies, descansa un pequeño recipiente de vidrio que se dice contiene la sangre de la pequeña aún en estado líquido.


Partes

Torre del reloj

La  Torre del Reloj de la Catedral de Cádiz es, sin lugar a duda, uno de los elementos exteriores más característicos de este primer templo gaditano, desde sus torres puede apreciarse una vista completa de toda la urbe y maravillosas vistas al Océano Atlántico.

Fue a mediados del XIX cuando se le añadió el reloj del cual toma nombre, un reloj realizado por el maestro José Miguel de Zugasti que, gracias a los esfuerzos del Cabildo y la inestimable colaboración de la UCA ha sido recientemente restaurado, pudiendo ser vista por los visitantes la impresionante monumentalidad de uno de los relojes más antiguos de España, apreciando la minuciosidad de su mecánica a la que le ha sido devuelta su apariencia original, respetando al máximo las piezas originales.

El coro

El coro es el espacio destinado para aquellos miembros “capitulares” que tienen encomendado el rezo del Oficio Divino. En el caso de la Catedral de Cádiz, este espacio supone un conjunto extraordinario cargado de historia, arte y simbolismo, desde la sillería hasta las rejas.

Dicha sillería se divide en dos cuerpos: una alta, procedente de la Cartuja de las Cuevas de Sevilla, de esmerada ejecución; y una baja, obra posterior de adaptación.
La imaginería del coro corresponde a la mano de varios autores, pudiendo destacar la firma de artistas como Agustín de Perea y de sus discípulos, que trabajaron en la realización a finales del siglo XVII.

Esta magnífica talla en madera llegó hasta Cádiz gracias a la capacidad de gestión del obispo don Juan José Arbolí y Acaso, a mediados del siglo XIX.

Capilla de San Pedro

Posee un interesante retablo neoclásico en piedra y mármol; en la hornacina hay una imagen en mármol del titular de tamaño natural obra del genovés Esteban Frucos. Estuvo colocada en la portada de la antigua catedral. El retablo está rematado con
frontón curvo y una pintura de San Pedro.

Capilla de la Asunción



Su retablo de mármol italiano de estilo barroco y sustentado por columnas salomónicas, está presidido por una imagen de la titular de estilo barroco de gran calidad.

En las hornacinas laterales se encuentran las imágenes de San Martín y San Fermín
atribuidas a Ignacio Vergara; el pavimento forma un rico mosaico de mármoles de colores.

Esta capilla fue la primera que se abrió al culto antes de ser terminadas las obras. En Marzo de 1775 se celebró la primera misa.



 Capilla de San Sebastián

El altar esta presidido por un cuadro que representa el martirio del Santo, obra del genovés Andrea Ansaldi, pintado en 1621. Ante él una imagen del Ecce Homo, obra de la insigne imaginera Luisa Roldán fechada en 1684. En las hornacinas laterales se
encuentran las imágenes de San Antonio y San Pascual Bailón obras de Ignacio Vergara.

La Cripta

La Cripta se construyó entre 1732 y 1730 realizada en piedra ostionera. Contrasta el esplendor del mármol de la parte superior con la sobriedad de este recinto.

Con la realización de esta bóveda vaída, casi plana, el maestro Vicente Acero llevó acabo sus conocimientos de arquitectura demostrando que, con los cálculos adecuados, el material podía resistir, dando cobijo de esta forma a uno de los espacios más emblemáticos de la Catedral de Cádiz: la cripta.

Espacio circular dotado de magnífica sonoridad por su cercanía con el mar (lo que puede notarse fácilmente en la humedad del ambiente)  e incluso sentir, ya que al tocar sus muros se pueden sentir las olas del mar, cuya visita es posible, se da paso a la capilla de los sepulcros de los Obispos, donde descansan los prelados que han muerto en Cádiz desde la consagración de la Catedral Nueva. Preside el recinto el Cristo de Aguiniga, traido de América a principios del siglo XVII.

En el otro extremo se conservan las reliquias incorruptas de la mártir romana Santa Victoria, cuyo rostro aparece cubierto por una mascarilla de cera.

La Sacristía

Este espacio consta de dos partes: sacristía y antesala de la misma. La primera de ellas, es un espacio octogonal coronado por una linterna sustentada sobre pilastras jónicas. A través de la reja puede contemplarse el espacio rectangular de la sacristía, cubierto por una bóveda esquifada y, al fondo, un llamativo altar neoclásico realizado en mármol en cuyo centro aparece un maravilloso medallón ilustrando la aparición de Cristo a Santa Catalina.

La estancia se decora con fabulosos lienzos y la cajonera ricamente tallada en madera cubierta por mármol, donde destacan las figuras estofadas de San José y El Resucitado.

El espacio central queda cubierto por una mesa de mármol blanco sostenida por cuatro balaustres y un juego de sillones rojos con tapizado rojo para el presbiterio.

La Casa de la Contaduría


La Casa de la Contaduría está asentada sobre la cávea del Teatro Romano, en el lado que da al poniente, que construyó para sus conciudadanos Cornelio Balbo el Menor
en el siglo I a. C. Es un conjunto compuesto de varios elementos aglutinados en torno a la torre de la Catedral Vieja de Santa Cruz: La Casa de la Contaduría y la Casa del canónigo Termineli, que datan documentalmente del siglo XVI, y el Patio Mudéjar o Casa del deán Rajón, levantado por éste en 1500. Lo habitaron primero los capellanes y mozos de coro de dicha dignidad y se convirtió después en el Colegio de acólitos y seises con varias interrupciones hasta los años cuarenta del pasado siglo.

 
 Patio Mudéjar

Levantado sobre la cávea del Teatro Romano, el llamado Patio Mudéjar constituye la más antigua expresión en nuestros días de lo que podemos considerar “arquitectura civil” en Cádiz. La contemplación de este espacio, recogido y coqueto, evoca la reminiscencia de las construcciones árabes por sus arcos escarzanos de ladrillo visto inscritos en el alfiz y en las finas columnas de mármol blanco con capitel de moño.

La tinaja central procede de las excavaciones de la zona, pleno centro neurálgico de la Gades romana, siendo posible la contemplación de unos hermosos lienzos realizados al óleo ilustrando temas hagiográficos, además de unos mapas que desvelan la ciudad de Cádiz en el siglo XVI.

Sala de la Inmaculada de la Contratación

En esta sala se encuentra la Inmaculada realizada en 1723 por el artista Alonso de Tobar, de acusada influencia murillesca, gracias a la cual vio su fama acrecentada.

El fuerte carácter marianista de la ciudad gaditana y del cabildo catedralicio se puede notar en las obras expuestas en esta sala, de una calidad relevante, que conforman un espacio pleno de belleza y armonía.

Sala de Levante

Nada más adentrarnos en esta sala, notaremos en influjo orientalizante del icono
griego San Juan dictando su Evangelio a Prójoros, obra de Damaskinós, maestro del patioGreco. En esta obra aparece un anciano San Juan dictando su evangelio al joven discípulo. Es admirable la valía artística de esta joya del arte cristiano oriental, como también lo es el lienzo de la Magdalena Penitente, obra barroca que nos recuerda la pintura de Ribera.


Vídeos




Enlaces

Presentaciónhttp://www.ppsmil.com/ver?pps=41234

Página oficial: http://www.catedraldecadiz.com/

https://cadizpedia.wikanda.es/wiki/Catedral_de_C%C3%A1diz

http://turismo.cadiz.es/es/rutas-y-visitas-en-cadiz/catedral

http://cadizcultural.blogspot.com.es/2013/04/catedral-de-cadiz.html

https://oleandalucia.com/cadiz/catedral-de-cadiz/

https://www.cadizdirecto.com/la-nina-incorrupta-de-la-catedral-de-cadiz/

http://teorias-karra.blogspot.com.es/2013/11/la-leyenda-de-la-nina-en-la-cripta-de.html



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